El pasado viernes, al agradable calor del sol del invierno, disfrutaba de una infusión de hojas de menta, limón y jengibre; cuando caí en la cuenta, de que además de ser el nombre de mis tres perrhijos y una poderosa estimuladora del nervio vago, también había escrito un artículo sobre ella tiempo atrás.
En realidad el artículo se centra en uno de sus componentes, el jengibre o como originariamente se llamo en sáncrito (una de las lenguas sagrada) shringavera. Esta raiz, de inconfundible aroma permufado y sabor a caballo entre el picante, el dulce y el amargo, hace que la ames o la odi... dejémoslo en que la ames un poquito menos. Está cargada de principios activos conocidos como jingeroles antiinflamatorios, antioxidantes, analgésicos, buenos para tus digestiones y tu sistema inmunitario. Son muchos los beneficios para tu salud.
Quizás pienses que el jengibre es otra moda más, pero la realidad es que tiene una larga historia que se remonta a China hace más de 5.000 años, donde se usaba tradicionalmente como tónico para la salud. El jengibre se introdujo en Europa en la Edad Media, originalmente como una especia culinaria, así que algo ha llovido desde entonces...
Pero me dejo de divagaciones y voy al asunto en cuestión. El artículo lo escribí para el portal de salud comsalud. Aquí te la comparto tal cual (de ahí que me llame "experto"). Espero que te guste, pero antes no puedo dejar de compartir contigo esta foto 😍
Esta raíz tiene innumerables beneficios que Antonio trata de resumir. El experto se remonta al origen de su uso, en la Medicina China, cuando el jengibre se empleaba como planta medicinal gracias a sus propiedades analgésicas, tanto vía oral como de forma tópica: “Se utilizaban las cataplasmas de jengibre, se utilizaban en las articulaciones doloridas o en la tripa para los dolores menstruales”.
Por otra parte, es un gran antiinflamatorio y antimicrobiano, teniendo un gran efecto sobre las mucosas del cuerpo, que son “la primera línea de defensa que tenemos ante los ataques externos y es capaz de regular que no aparezcan las bacterias que no queremos”, añade Valenzuela. En ese sentido, ayuda a combatir los patógenos “malos” tanto de la boca como del estómago, mejorando infecciones como la Helicobacter pylori, el SIBO o la enfermedad inflamatoria intestinal y el colon irritable. Por su parte, la actividad antiinflamatoria ayuda a aliviar las molestias gastrointestinales, así como el vaciado gástrico y las digestiones pesadas.
Otra de las ventajas de esta raíz es su acción en las articulaciones. Las molestias como las artritis, artrosis o dolores reumáticos son propiciadas por la humedad. Y, Antonio nos cuenta que, el calor que el jengibre desprende, atenúa las molestias: “Cuando nosotros tomamos el jengibre, se nos calienta la boca. Es un sabor y olor muy intenso, que es muy peculiar de reconocer, su intensidad es directamente proporcional a su potencia medicinal”, aclara el experto.
UNA INFUSIÓN EN AYUNAS
En ese sentido, Antonio recomienda tomar una infusión de jengibre en ayunas para aprovechar todos los beneficios de esta raíz. Aunque, Valenzuela explica que aprovecharemos su beneficios de mejor manera si nos comemos la raíz en vez de infusionarla. Y es que, cuando lo diluimos con agua, se volatilizan algunas de sus propiedades.
Igualmente, primer beneficio que podemos notar tiene que ver con la hidratación: “Por la mañana, nos levantamos deshidratados y el jengibre infusionado en el agua ayuda a mejorar la hidratación, reteniendo el agua por más tiempo en el cuerpo”.
Y es que, ingerir la bebida caliente en ayunas, también mejora los procesos digestivos y contribuye a aliviar el estreñimiento: “Desintoxica y nos ayuda a limpiar todo el aparato”.
Asimismo, aporta un plus de energía, nos cuenta Valenzuela que, a diferencia del café, no te pone nervioso y ayuda a despejar la mente y activarnos por las mañanas.
¿CÓMO PREPARAR EL JENGIBRE CORRECTAMENTE?
Concretamente, el fisioterapeuta nos cuenta cuál es la mejor forma de tomar esta infusión y cómo prepararla. En primer lugar, Valenzuela desaconseja las bolsas comerciales: “Es mucho más cara y contienen sustancias tóxicas como algunos disruptores endocrinos”, nos cuenta Valenzuela.
Ante ello, recomienda optar por el jengibre en polvo o tener la raíz fresca. Para ello, cortar el jengibre y limón, nosotros mismos, y mezclarlo en el agua caliente. Otra manera es rallarlo, de manera que el último trago de la bebida contenga parte de la raíz rallada, con la que nos podemos enjuagar la boca y aprovechar su capacidad para atacar a las bacterias de la boca. Incluso, podemos masticar los restos de jengibre y así, mejorar la flora bacteriana oral.
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Gracias de corazón.
Antonio.
Me los como! A los perritos 🥰
Al Jengibre también, lo tengo incluido en el diario, desconocía su nombre me encanta
Muchas gracias!
Que interesante lo del jengibre intentaré tomarlo, muchas gracias Antonio #ABRAZOROMPEHUESOS desde Venezuela