Eran las 5 de la mañana, yo andaba con la esperanza de que la cafeína recién servida sacara a mi cuerpo del letargo zombie en el que te sumen las 12 horas de vuelo que separan Buenos Aires de Madrid. En ese momento escuché una voz solemne y cercana a la vez que casi me susurró un "perdona, ¿eres Antonio?".
Yo volvía de uno de esos viajes transformadores, después de los que todo es igual pero nada vuelve a ser lo mismo. Mi primera vez se Sudamérica, mi primera charla en el extranjero, así como mis primeras entrevistas, mis primeros podcasts, la primera firma de libros... Cuántas primeras veces y nada menos que en la Buenos Aires de mi admirado Jorge Luis Borges. En este viaje he podido caminar por la ciudad de las librerías y los cafés, maravillarme con la belleza voluptuosa de Iguazú y con la sublime serenidad de la Patagonia, pero sobre todo, me he enamorado del calor y la cercanía del pueblo Argentino.
Aunque, como decía Alexander Supertramp (algún día te hablaré sobre él), la felicidad sólo es real cuando es compartida. Lo mejor de este viaje ha sido la compañía con la que lo he emprendido. Tener en tu vida a una persona que te hace mejor en todos los sentidos es algo inefable.
Volviendo de nuevo a Buenos Aires, en la charla, me preguntaron acerca de cuál es el hábito ancestral que más impacta en nuestra salud. Más allá de la alimentación, del ejercicio físico o de la respiración es la tribu, traducida en unas relaciones sociales saludables (en las que se respente la introversión y la extroversión de cada uno). Tiene una importancia capital en nuestra salud y bienestar. Se que de ésto ya te he hablado en newsletters anteriores, pero quiero recalcarlo hoy por varias razones.
La primera, gracias a la perspectiva que otorga el tiempo y la distancia, pongo más en valor si cabe el hecho de que personas que viven tan lejos de mi estén, en realidad, tan cerca. Y que decidieran compartir conmigo su tiempo (nuestro bien más preciado) en una esquina maravillosa del barrio de Palermo. Muy en especial, mi -hasta ese entonces amigo de las redes- Ramiro Buteler, quien condujo 700 km para ser mi anfitrión.
La segunda es porque me gustaría invitarte a un evento muy especial. El próximo miércoles 27 de noviembre a las 19.00 te espero en la librería El Faro de la calle Gaztambide de Madrid. Acompañado por mi gran amiga, la doctora Sari Arponen, y con la excusa de presentar mi nuevo libro “Estimula tu nervio vago”, nos reuniremos para pasar un buen rato y honrar la buena vida.
Y la tercera y última, ese encuentro inesperado en el aeropuerto. Toda una serendipia con nombre propio: Manuel, una persona con vida increíble mitad en España y mitad en Marruecos que se acercó a mi para darme las gracias por mi trabajo y un gran abrazo. Y, que instantes después apareció con té verde y aceite de argan como agradecimiento.
Manuel no se si leerás esto, pero quiero que sepas que desde aquel momento tienes reservado un pedacito en el jardín de mis mejores recuerdos.
Con todo mi cariño.
Antonio.
Buenos días,
Disfruté de las fotos de tu viaje que ibas subiendo a Instagram, intuir la belleza de esa tierra a través de tu mirada. Gracias por compartir 🙏 y verte rodeado por gente bonita cómo tú, agradecida por tu aportación en representación de tantos que somos, a los que nos acompañas.
Eres como esa voz de un amigo sincero que te cuida amablemente. Por eso tú formas parte también en un rinconcito de cientos de personas.
Si decides hacer algún día un audiolibro ya sería la bomba 😀.
Qué lastima no poder ir a Madrid a compartir y conocer en persona también a Sari.
Me hubiera encantado.
Estoy deseando que llegue mi cumpleaños, próximamente porque está tu libro en mi regalo más esperado 🤗.
Un abrazo .
Fame at last... no nos vemos por dos días 💛