La respiración.
La respiración puede considerarse como el soplo vital, podemos permanecer días sin comida ni agua pero apenas podemos sobrevivir unos pocos minutos sin oxígeno. Pero como verás ahora, la respiración le marca el rimo a tu vida.
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Antes de leer esta líneas, lo más probable es que no fueras consciente de como estabas respirando, ya que el acto de respirar está regulado por el sistema nervioso autónomo, responsable de acciones inconscientes como la respiración, los latidos del corazón y la digestión, pero también de estresarnos y relajarnos.
La respiración es algo único, casi mágico, ya que podemos ser su pasajero o su conductor. Puede convertir lo inconsciente en consciente, en otras palabras, podemos dejarla en manos de nuestro sistema nervioso autónomo, o podemos controlar el ritmo de nuestra respiración a nuestro antojo.
Al controlar nuestra respiración, al hacerla consciente, conseguimos que el sistema nervioso autónomo deje de ser autónomo, tomamos las riendas y dejamos de ser presos de nuestras emociones. Nos convertimos en arquitectos de nuestra vida.
Controla tu respiración y podrás controlar tu vida
La respiración nasal, diafragmática, profunda y calmada, estimula al nervio vago lo que provoca la activación del sistema nervioso parasimpático o , lo que es equivalente, favorece la relajación.
En el otro extremo, la respiración bucal, superficial y la rápida, no solamente es uno de los síntomas del nerviosismo más característicos, sino que se trata, de una de sus causas.
Cuando respiramos por la nariz de forma lenta y profunda reducimos la excitación de nuestra mente. Entramos en un estado de reposo reparador. Una respuesta contra la ansiedad, contra el estrés del cuerpo, desencadenando una respuesta muscular de relajación en todo el cuerpo.
También podemos lograr otros efectos físicos notables como disminuir rápidamente la presión arterial, ralentiza los latidos de nuestro corazón, aumenta la tolerancia al dolor, mejora la función digestiva y nos ayuda a conciliar el sueño.
La respiración 4-7-8
Las técnicas de respiración son tan antiguas como el ser humano. Ya los antiguos yoguis, hace más de 5.000 años, usaban la respiración como medicina con las técnicas conocidas como pranayama. El pranayama designa los ejercicios respiratorios del yoga que conducen a la concentración y control del prana (la energía vital).
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Aunque existen multitud de técnicas respiratorias, parece que aquellas que combinan la inspiración-pausa-espiración son las más efectivas. Es por ello por lo que te propongo la respiración 4-7-8.
El Dr. Andrew Weil es uno de los referentes de la Medicina Integrativa a nivel mundial, además de su trabajo como divulgador, Weil es profesor de Reumatología Integrativa en la Facultad de Medicina de la Universidad de Arizona y es director del Centro de Medicina Integrativa en la Universidad de Arizona. Su fama le ha llevado a aparecer en dos ocasiones en la portada de la revista Time (en 1997 y en 2005) y en el programa de Oprah Winfrey.
Weil es el “creador” de esta técnica que, en realidad, es una modificación de la respiración diafragmática, que permite llenar de aire la zona baja de los pulmones para captar mejor el oxígeno. Se trata de una herramienta de relajación ampliamente conocida a cuyo proceso el doctor ha proporcionado unas duraciones concretas.
Esta técnica es muy sencilla (no requiere tumbarse en la cama o adoptar posturas especiales) por lo que se puede llevar a cabo en cualquier lugar y, en poco tiempo, llevarnos un estado de paz y concentración.
En primer lugar, aunque el ejercicio puede realizarse en cualquier posición, Weil recomienda hacerlo sentado, con la espalda recta y apoyada en un respaldo. Una vez en posición, debemos colocar la punta de la lengua justo detrás de los dientes frontales, donde comienza el paladar y mantenerla en esa posición durante el resto del ejercicio.
Aunque no es imprescindible, puesto que lo más importante del ejercicio es la respiración y sus tiempos, colocar la lengua en esa posición aumentará los efectos relajantes de la técnica cuando exhalemos el aire completamente a través de la boca, es normal emitir un ligero silbido mientras lo haces.
Estos son los tres pasos más importantes del ejercicio:
1.- Cierra tu boca e inhala el aire a través de la nariz mientras cuentas mentalmente cuatro segundos.
2.- Aguanta la respiración mientras cuentas mentalmente siete segundos.
3.- Exhala completamente ,a través de la boca, el aire de tus pulmones durante ocho segundos. Ten en cuenta que harás ruido al exhalar el aire sonido fuerte (sonido de silbido)
Esto concluye un primer ciclo del ejercicio. Repítelo tres veces más hasta hacer un total de 4 y tu mente entrará en un modo zen.
En resumen: toma el aire contando hasta cuatro, mantenlo contando hasta siete y suéltalo contando hasta ocho. Eso es todo.
Según este médico, inhalar contando hasta cuatro hace que tomemos más oxígeno. La cuenta hasta siete para mantener el aire da al oxígeno más tiempo para penetrar en el torrente sanguíneo, y la cuenta hasta ocho para exhalar disminuye el ritmo cardíaco, calma nuestra mente y libera una mayor cantidad de dióxido de carbono de los pulmones.
Recuerda que de la forma que respiras es de la forma que vives.
Con todo mi cariño.
Tu amigo Antonio.
P.D. Hoy me gustaría compartir contigo las primeras páginas de mi libro “activa tus mitocondrias”. En ellas aparece el prefacio, donde explico que significa anam cara , un concepto muy importante para mí y espero que para ti también. Puedes leerlo totalmente gratis pulsando aquí