Esto es agua, es el título de la legendaria conferencia que David Foster Wallace, uno de los más grandes autores de nuestro tiempo, impartió en la ceremonia de graduación de la Universidad de Kenyon, ante un auditorio plagado de alumnos embelesados (y tremendamente afortunados).
Escrito en 2005 y publicado a los seis años de la muerte del autor, este discurso es un legado conciso de uno de los grandes pensadores de nuestro tiempo. Escrito con su mágica prosa, lleno de su humor único, es un fiel reflejo de su intelecto preciso y su filosofía práctica, Esto es agua nos muestra las pequeñas batallas que todos lidiamos en nuestra vida vida diaria y nos ofrece consejos para sobrevivir al tedio de lo idéntico. Ésta es una de esas obras que te hacen mejor persona, que te renuevan con cada lectura.
En su discurso narró un pasaje en el que dos peces nadan uno junto al otro cuando se topan con un pez más viejo avanzando en sentido contrario. Éste los saluda y dice: «Buen día muchachos, ¿cómo
está el agua?», antes de seguir su camino. Los dos peces siguen nadando hasta que, después de un tiempo, uno se gira y le pregunta
al otro:
«¿Qué demonios es el agua?».
Como el autor explica en el mismo discurso:
«El sentido inmediato de la historia de los peces no es más que el hecho de que las realidades más obvias, ubicuas e importantes son a menudo las que más cuestan de ver y las que más cuestan de explicar»
«Como frase en sí misma, por supuesto, esto no es más que una perogrullada; y, sin embargo, el hecho es que en las trincheras donde tiene lugar la lucha diaria de la existencia adulta las perogrulladas pueden tener una importancia vital».
Muchas veces vamos tan inmersos en ella que no somos conscientes del agua en la que nadamos. Esa relación tóxica, las continúas prisas, ir corriendo a todas partes sin llegar a ningún sitio, un trabajo que detestamos, un capítulo más a cambio una hora menos de sueño, llenar el carro de la compra con aquello que nos apetece en vez de con lo que necesitamos y así un largo etc. Nos dejamos llevar por la corriente, sin darnos cuenta que ésta termina en una catarata.
Otra de las poderosas enseñanzas que me regaló este libro es que:
No puedes gustarle a todo el mundo.
Como muestra este comentario que una clienta de Amazon vertió sobre, lo que yo considero una obra maestra.
Muchísimas gracias de corazón por estar ahí cada semana.
Un abrazo muy grande.
Antonio.
Pues a mí, me gustas más (tú y todo lo que compartes) que las croquetas! 🫶
Llego tarde a este Antonio, unas horas más y leo el post de mañana domingo junto a este…
Lo evidente es a veces invisible ante nuestros ojos, gracias por compartirlo.
Mi mente se dirige sin embargo hacia otra reflexión estimado amigo.
Definitivamente no se puede agradar a todos y no tiene sentido agradar a ultranza, hay un desgaste inútil e innecesario.
No todos estarán de acuerdo con el pensamiento de Foster y es siempre bueno o positivo haya diferencias, tener otro punto de vista siempre ayudará a ver otras visiones, lo que noto en los comentarios desfavorables sobre el libro es que se refieren sobre el poco valor que tiene para estos usuarios o lectores, publicar un libro sobre un discurso. Es evidente que no comparten el pensamiento pero se escudan detrás de la importancia de un libro. Lo que no comparto a pesar de ello con las opiniones negativas es la forma, siempre podremos disentir de cualquier opinión, teoría o pensamiento, pero no debemos olvidar ser amables y expresar claramente nuestro desacuerdo, títulos como “tomadura de pelo” o “debería ser gratis”, no creo ayuden a entender en que se está en desacuerdo con lo expuesto, no estamos hablando de una pasta dental que nos irritó las encías o de un exprimidor que se dañó en su primer uso, creo debemos ante todo respetar el pensar de otras mentes para poder respetar cuanto pensamos nosotros mismos