Conócete a ti mismo, el mensaje de los dioses
Desde los más recónditos lugares de la antigua Grecia. Desde soberanos hasta campesinos acudían en peregrinación hasta el pie del monte Parnaso, donde se ubicaba la ciudad de Delfos con su famoso y místico templo de Apolo.
El templo de Apolo era el destino de todos aquellos que necesitaban conocer la verdad, ya que dentro de él se localizaba el Oráculo de Delfos. Pero antes de permitir la entrada y poder plantear cualquier consulta a los dioses, se exhortaba al peregrino a reflexionar sobre su propia esencia. «Conócete a ti mismo y conocerás el universo y a los dioses» eran las palabras que aparecían inscritas desde el siglo v a. C. en el pronaos del templo.
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Conocerse a uno mismo debía ser el punto de partida para comprender el mundo. Solo a través de ese conocimiento es posible comprender la propia esencia y aprender a gestionar nuestra existencia.
Todo cambio profundo pasa por el autoconocimiento. Vive según tus reglas, márcate tus límites y comunícatelos, tanto a ti como al mundo, a menudo.
PD. En el siglo V d.C., el escritor Estobeo recogió los 147 PRECEPTOS DEL ORÁCULO DE DELFOS que se encontraban tallados en la piedra y que, según la mitología clásica griega, habían sido comunicados por los dioses a las distintas sacerdotisas del templo a lo largo de los años.
“Las palabras escritas en el pórtico de Delfos son de utilidad para los hombres”.
Pausanias.
Cómo verás algunas parecen más acertadas que otras, aquí te las comparto:
Sigue las enseñanzas de los dioses.
Obedece a las leyes.
Respeta a los dioses.
Respeta a tus padres y antepasados.
Sitúate por debajo de lo que es justo.
Aprende a aprender para poder llegar a saber.
Reflexiona sobre lo que hayas escuchado.
Conócete a ti mismo.
Haz intención de contraer matrimonio.
Reconoce la oportunidad del momento.
Piensa como un mortal, ya que lo eres.
Si eres extranjero, compórtate como tal.
Concede su valor al hogar y a la familia.
Sé tú quien se guía a sí mismo.
Presta ayuda a tus amigos.
Gobierna sobre tu espíritu.
Pon en práctica la inteligencia.
Prevé las consecuencias antes de los actos.
No te comprometas con juramentos.
Cultiva con afecto la amistad.
Transmite valores a niños y jóvenes.
Busca el reconocimiento y el buen nombre.
Entrégate con pasión a la sabiduría.
Es lo bello merecedor de bellas palabras.
No hables mal de nadie.
La virtud en sí misma es digna de alabanza.
Actúa con justicia.
Mira por el bien de tus amigos.
Aléjate de tus enemigos.
Practica la generosidad y ten buen corazón.
Lejos de ti la maldad.
Implícate en los asuntos de tu comunidad.
Vigila con atención lo que es tuyo.
Apártate de lo que es ajeno.
Absolutamente todo merece ser escuchado.
Ten siempre buenas palabras para los demá
Hay que ser generoso con los amigos.
Nada en exceso, todo en su medida.
No pierdas el tiempo, aprovéchalo.
Ten precaución por lo que pudiera pasar.
Abomina de la soberbia y la altanería.
Respeta a los que te suplican.
Adáptate a todo lo que haga falta.
Dales una buena educación a tus hijos.
Sé generoso en la medida de lo que tengas.
Sal huyendo del engaño y la mentira.
Habla bien de todo el mundo.
Sé amante de la sabiduría.
Ten consideración hacia las cosas sagradas.
Comprende lo que pasa antes de actuar.
No mates a nadie.
Ruega sólo por lo que sea posible.
Presta atención a los sabios.
Pon a prueba tu fuerza de voluntad.
Cuando hayas recibido algo, después devuélvelo.
No mires a nadie con desprecio.
Utiliza con habilidad tus manos.
Lo que habías pensado dar, dalo.
No sientas envidia por nadie.
Estima en todo su valor las buenas acciones.
Mantente siempre en guardia.
No pierdas la esperanza.
Combate la difamación y calumnia.
Gánate honradamente la vida.
Valora a las buenas personas.
Mira a ver quién te va a juzgar.
Concierta los matrimonios.
Acostúmbrate a los vaivenes de la Fortuna.
No avales un préstamo con tus bienes.
Dialoga con palabras llanas y humildes.
Júntate con los que sean como tú.
Lidera sobre quienes están a tus expensas.
Intenta ser feliz con aquello que tienes.
Ten cuidado con tu honra y tu vergüenza.
Devuelve un favor con generosidad.
Ruega a los dioses por tu buena Fortuna.
Sé cariñoso con la Fortuna.
Escucha y mira a la vez.
Esfuérzate por mantener lo que es tuyo.
Ten aversión por la discordia.
No insultes, ni reproches ni critiques.
Que no se te escape la lengua.
Ten severidad con la soberbia y la altanería.
Toma decisiones de manera justa.
Utiliza el dinero para lo que necesites.
No juzgues a nadie con prejuicios.
Si acusas a alguien, que esté él presente.
Si sabes, entonces habla.
Que no tengas que depender de tu fuerza.
Vive sin abrumarte por las penas.
Al tratar con los demás, sé educado.
Sigue adelante sin mirar atrás.
Mira por el bien de todos, como si fueran tus amigos
Nunca maldigas a tus hijos
Ejerce como guía
Hazte bien a ti mismo.
Compórtate con educación y cortesía.
Toma las decisiones en su momento oportuno.
Esfuérzate por la gloria.
No te arrepientas de tus actos.
Si te equivocas, de sabios es rectificar.
Que la mirada esté bajo tus órdenes.
Consulta, cuando aún estés a tiempo.
Actúa con rapidez y decisión.
La amistad exige cuidados y vigilancia.
Ten nobles principios.
Busca siempre la concordia.
Guarda lo escondido y no reveles los secretos.
No tengas ambiciones de gobierno.
Estate al acecho de lo que te conviene.
Haz buen recibimiento a las oportunidades.
Trata de hacer las paces con tus enemigos.
Todos hemos de aceptar la vejez.
Da gracias y no blasones de tu salud y vigor.
Pon en práctica la religiosidad del silencio.
Evita a toda costa el provocar enemistades.
Si te enriqueces, que sea justamente.
No te despreocupes de tu honra.
Siente aversión hacia la maldad.
Si hay que correr riesgos, mejor con prudencia.
No te canses de aprender.
Nunca dejes de ahorrar.
Admira la grandeza de los oráculos.
Ten cariño y afecto por quienes alimentas.
No te enfrentes a un enemigo ausente.
Respeta a quien es de mayor edad.
Enseña a quien es más joven que tú.
No te fíes lo más mínimo de las riquezas.
Respétate a ti mismo.
Nunca entres en la senda de la soberbia.
Rinde culto y devoción a tus antepasados.
Muere, si es necesario, luchando por tu patria.
No te hagas enemigo de tu propia vida.
No hagas bromas ni burlas de los muertos.
No te aflijas por los que no han tenido suerte.
Haz favores sin perjudicar a nadie.
No sientas lástima y pena por todo.
Bueno serás, si con buenos andas.
No hagas a nadie promesas a la ligera.
Sé justo también con los muertos.
Cuando seas feliz, piensa que eres humano.
No te fíes de la fortuna, que es cambiante.
Cuando uno es niño, ha de ser ordenado.
En la juventud, necesitamos disciplina.
En la mediana edad, seamos justos.
Siendo ancianos, tengamos buenas palabras.
El día de tu muerte no sientas pena.
PD.2. Si has llegado leyendo hasta aquí, simplemente darte las gracias por acompañarme en esta aventura y más aún si eres de las muchas personas que han regalado mi libro “activas tus mitocondrias” en estas navidades.
Un abrazo.
Antonio.
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Hola Antonio.
Gracias por la información que periódicamente compartes.
Pienso en este caso, que será más fácil seguir viviendo según la educación que he o hemos recibido, porque me costará recordar casi 150 normas, leyes o recomendaciones, pero en esos 147 puntos no recuerdo haber leído alguno desconocido, de alguna forma, me los han hecho llegar en el tiempo con la educación, bien sea de mis padres, vía estudios o también de boca de sabios que encontramos en el camino.
Si vivimos con respeto hacia las personas y sus pensamientos, sin importar si compartimos sus ideas o no, seguramente estaremos sumado un buen número de puntos...
Gracias